Debido principalmente a barreras idiomáticas y culturales, los adultos mayores hispanos carecen del conocimiento sobre servicios y programas existentes y de cómo acceder al sinnúmero de servicios que están a su disposición. 

Mientras envejece, este grupo de adultos mayores es más propenso a vivir en pobreza y aislamiento, de ahí entonces, en una necesidad muy grande de servicios proactivos, tanto en el área social como en salud.